Poco a poco (muy poco a poco, lo reconozco) voy avanzando en la serie sobre la partidocracia en España. Acabo de terminar la segunda parte (de tres), dedicada a las elecciones autonómicas. Las conclusiones a esta sección autonómica son sencillamente brutales desde un punto de vista estrictamente democrático: De 17 elecciones analizadas, solamente 5 son realmente democráticas en la elección del ejecutivo, otras 3 son dudosas, y 9 (es decir, más de la mitad) son simple y llanamente antidemocráticas, pues los partidos políticos fueron los que eligieron al Poder Ejecutivo y no los ciudadanos.
Esos números, analizados desde un punto de vista frío y desapasionado, no nos dejan lugar a la duda, como apunto allí:
La triste conclusión es que claramente en más de la mitad de las comunidades autónomas de España (muchas más de la mitad si sumamos las de color amarillo) lo que hay son gobiernos salidos de la partidocracia y no de la democracia. Fueron los partidos los que tomaron la decisión de quien gobernaría, de espaldas a los ciudadanos, y por intereses que estos, los gobernados, probablemente jamás conocerán. ¿Se puede calificar esto de democracia? Por supuesto que no, es simple y llanamente partidocracia.
La partidocracia se ha instalado en España a todos los niveles. Ya vimos como se metió en las elecciones generales, terminamos de ver como se ha incrustado en las elecciones autonómicas, y acabo de empezar el análisis de las elecciones municipales. Una vez concluido éste, expondré algunas propuestas (que serán mucho mas breves, por lo evidentes) de lo que habría que hacer para convertir el actual sistema partidocrático en un sistema verdaderamente democrático; soy consciente que de poco o nada servirá, porque lo que hay es lo que hay, y la inmensa mayoría de los ciudadanos no son conscientes de esa condición, sino de la de meros votantes a partidos; pero por mí que no quedé, y ahí quedarán el estudio y las posteriores propuestas, por si alguien que venga después quiere mirarlo con algún interés.
Esos números, analizados desde un punto de vista frío y desapasionado, no nos dejan lugar a la duda, como apunto allí:
La triste conclusión es que claramente en más de la mitad de las comunidades autónomas de España (muchas más de la mitad si sumamos las de color amarillo) lo que hay son gobiernos salidos de la partidocracia y no de la democracia. Fueron los partidos los que tomaron la decisión de quien gobernaría, de espaldas a los ciudadanos, y por intereses que estos, los gobernados, probablemente jamás conocerán. ¿Se puede calificar esto de democracia? Por supuesto que no, es simple y llanamente partidocracia.
La partidocracia se ha instalado en España a todos los niveles. Ya vimos como se metió en las elecciones generales, terminamos de ver como se ha incrustado en las elecciones autonómicas, y acabo de empezar el análisis de las elecciones municipales. Una vez concluido éste, expondré algunas propuestas (que serán mucho mas breves, por lo evidentes) de lo que habría que hacer para convertir el actual sistema partidocrático en un sistema verdaderamente democrático; soy consciente que de poco o nada servirá, porque lo que hay es lo que hay, y la inmensa mayoría de los ciudadanos no son conscientes de esa condición, sino de la de meros votantes a partidos; pero por mí que no quedé, y ahí quedarán el estudio y las posteriores propuestas, por si alguien que venga después quiere mirarlo con algún interés.